Como adelantábamos en el post introductorio, vamos a realizar un análisis de varios aspectos a tener en cuenta cuando analizamos la situación actual de nuestra pequeña empresa, como paso previo a lanzar una estrategia de marketing online. Nos centraremos en esta ocasión en el famoso DAFO.
Como decíamos, se trata probablemente de la herramienta de análisis más utilizada en marketing, y gradualmente en muchas otras facetas ya no sólo de la empresa, sino de la vida. Puede aplicarse a una empresa en general, un producto, una marca o cualquier entidad que se desee. Así que no descubriremos nada nuevo, pero nunca está de más hacer un repaso de este tipo de conceptos. Sus siglas hacen referencia, como muchos saben, a Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades, que se representan en una sencilla matriz de datos que permite una rápida comprensión de la situación general. Explicamos brevemente cada una de estas ideas.
Debilidades: como su nombre indica, son aquellas cuestiones que suponen un lastre para nuestro negocio, los aspectos que nos hacen perder competitividad. Se trata de elementos internos, ya que nos referimos a los aspectos propios que pueden ser negativos para nuestra Pyme.
Amenazas: en este aspecto valoraremos los elementos externos que pueden hacernos daño en el presente o en un futuro. Pueden ser desde leyes o normativas a simplemente tendencias sociales, pasando por amenazas naturales o económicas.
Fortalezas: volvemos al aspecto interno, para destacar aquellas cuestiones que consideramos juegan a nuestro favor, aquello que puede suponer una ventaja competitiva de nuestra empresa o producto. Se podría decir que es aquello de lo que estamos orgullosos, y que por lo tanto constituye un argumento de venta.
Oportunidades: y de nuevo en el aspecto externo, elementos que puedan suponer una mejora de nuestras condiciones en el futuro. El abanico de posibilidades, como ocurría en las amenazas es amplio, ya que podría entrar en esta categoría cualquier aspecto social, económico, legislativo…
No hemos querido ahondar en la definición teórica del DAFO porque se trata de conceptos ampliamente explicados y de fácil comprensión, amén de que será sumamente fácil encontrar información más exhaustiva y detallada fuera de este blog. Pero sí quería hacer hincapié en los aspectos que considero relevantes a la hora de desarrollarlo, y que desde mi punto de vista hacen que un DAFO cumpla su objetivo: radiografiar nuestra empresa.
En primer lugar, un aspecto que considero fundamental es la objetividad. No sólo en el análisis que nos ocupa, sino en cualquier planteamiento de marketing. No podemos analizar la situación y tomar decisiones en consecuencia si no tomamos distancia respecto al elemento a estudiar. Y esto no es fácil en ninguna empresa, pero menos todavía en la Pyme, donde además de una empresa, nuestro negocio es nuestro proyecto personal, nuestro modo de vida y nuestro hijo. Por eso es tan útil la colaboración externa en cuestiones de marketing y comunicación, porque nos ayudará a mantener la distancia y la objetividad necesaria. Así que a la hora de realizar un DAFO, enfriemos nuestros sentimientos y olvidemos que estamos hablando de nuestra criatura para poder realizar un análisis adecuado.
Un segundo aspecto a tener en cuenta es la posibilidad de que algún elemento interfiera entre varios aspectos, es decir, que pudiera ser incluido en amenazas y oportunidades, por ejemplo. Sería el caso de una nueva legislación, que tuviera a la vez aspectos positivos y negativos para nuestra pequeña empresa. En este caso, debemos ser capaces de separar estos aspectos e incluir cada uno en la sección correspondiente de la matriz. De este modo, aún tratándose de un sólo elemento de acción (es decir, algo que irrumpirá en nuestro entorno «de una vez») podremos elaborar estrategias diferenciadas, que nos permitan aprovechar la oportunidad, por un lado, y detener o minimizar la amenaza, por el otro.
El tercer aspecto que considero muy relevante es la capacidad de discriminación. En una primera fase del DAFO escribiremos una gran cantidad de elementos en la matriz de datos, casi de un modo similar a una lluvia de ideas en cada uno de sus campos. Pero es de vital importancia que en una segunda fase sepamos ponderar adecuadamente cada uno de estos aspectos, lo cual nos permitirá dar el peso necesario a cada una de las estrategias y acciones posteriores. Debemos priorizar, ponderar y planificar en consecuencia, para evitar volcar esfuerzos donde no vayan a ser muy rentables.
En definitiva, un DAFO no es más que un esquema muy simple, que nos permite desgranar nuestro proyecto de una manera ordenada y muy comprensible. Si nos paramos a pensar en la situación de nuestra empresa, nos vienen a la cabeza multitud de ideas desordenadas, pero será el DAFO el que nos permita tener las cosas claras y definir cómo podemos solucionar nuestras debilidades, defendernos de las amenazas, potenciar nuestras fortalezas y aprovechar las oportunidades que se presenten.
Estaremos creando una base muy sólida para nuestra estrategia. Estaremos dando el primer paso hacia el éxito de nuestro proyecto.
Muy interesante siempre hablar del análisis FODA. Siempre viene bien para aclarar ideas y despejar el camino 🙂
Gracias por leerlo Solange. Cualquier análisis de la realidad es bueno para plantearnos un destino, ¿verdad? Un saludo.