Comenzamos con esta entrada la segunda sección de nuestra serie sobre la Pyme y las redes sociales. Si en la anterior vimos los objetivos que puede perseguir una pequeña empresa en su andadura digital, en esta nos centraremos en un paso fundamental antes de realizar ninguna acción: el análisis de la situación actual.
Como tantas cosas en marketing, una vez que nos paramos a pensar en ellas nos parecen algo obvias, y sin embargo son acciones de vital importancia para el desarrollo vital de nuestra estrategia. Parece lógico que tengamos que saber dónde estamos para saber dónde queremos llegar, pero desgraciadamente son muchas las empresas (de todos los tamaños) que se lanzan al marketing online sin plantearse muchas de las cuestiones previas. Así que a lo largo de las próximas entradas realizaremos un desglose de diversos aspectos a analizar sobre la situación previa de la que partimos.
Análisis DAFO: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Se trata de uno de los métodos más conocidos, y que nos dará una perspectiva lo más completa de nuestro contexto. Consiste en analizar aspectos internos (fortalezas y debilidades) y externos (amenzas y oportunidades) para obtener un mapa visual muy interesante sobre quiénes somos en este momento. Aunque lo analizaremos en el siguiente post más a fondo, quiero recalacar una premisa fundamental: la objetividad. Es obligatorio tomar distancia: no debemos pecar ni por exceso ni por defecto de autoestima.
Observación: a priori, el método más sencillo, consitente en mantener los ojos y los oídos bien abiertos. Debemos investigar a nuestra competencia, nuestro entorno y si podemos focalizarlo, a nuestro público. Cualquier elemento que pueda ser relevante en nuestra estrategia debe ser supervisado. Y para ello no tendremos más que hacer algún me gusta en determinadas páginas de Facebook o comenzar a seguir a determinados usuarios en Twitter, Instagram o Pinterest, por ejemplo.
Monitorización: Este aspecto parte un poco del anterior, pero va un poco más allá. La observación directa nos dará una fotografía de lo que hacen determinados sujetos, sean empresas o personas. Pero también debemos monitorizar determinadas palabras o temas para estar al día de lo que pasa en el mundo virtual. Si nuestro negocio es una pizzería, quizá debamos monitorizar el término pizza y, durante la «crisis de la mozarella», estar atentos a este último término. No podemos permitir que nos cojan desprevenidos.
Inversión en marketing: debemos tener claro qué parte de nuestros ingresos destinamos al marketing actualmente y en qué ámbitos, si queremos modificar el reparto, ampliarlo o reducirlo. Personalmente defiendo que se puede llevar a cabo una estrategia de marketing desde una inversión muy pequeña, así que no estoy hablando de grandes presupuestos. No necesitamos gastarnos mucho dinero, pero sí necesitamos saber cuánto queremos gastar y a qué acciones destinarlo, y para ello es importante saber en qué lo estamos gastando a día de hoy.
Canales de relación con el cliente: si existían, debemos tenerlos en cuenta. Puede que se hayan quedado obsoletos y haya que adaptarlos o trasladarlos a los nuevos medios. O por el contrario, puede que funcionen perfectamente y la nueva andadura digital sea un refuerzo para dicha herramienta. En cualquier caso, la gestión de la relación con el cliente, o CRM (por sus siglas en inglés) es un aspecto fundamental en cualquier negocio, y como tal debemos analizar concienzudamente.
En esta introducción queremos remarcar la importancia de un buen análisis de la realidad como paso previo a una planificación estratégica. Como viene siendo habitual, analizaremos en posteriores posts cada uno de estos puntos. Si no quieres perdértelos, puedes suscribirte por e-mail o por RSS.
Mientras tanto, empieza a pensar dónde estás. Tendrás un poco más claro a dónde vas.