A lo largo de los últimos meses hemos venido hablando de los pasos previos a la acción en nuestra incursión en las redes sociales con nuestra Pyme. Después de superar las fases de definición de objetivos, observación del entorno, monitorización y elección de las redes sociales, entre otras, llega el momento clave: el lanzamiento en redes sociales.

Como decíamos, una vez planteado sobre el papel nuestros objetivos, público objetivo, estrategia general y demás planteamientos previos, llega el momento de salir a escena. Y tampoco éste debe ser un aspecto que podamos dejar en manos del azar. Nuestro lanzamiento en redes sociales debe estar perfectamente planeado, pues una salida en falso puede traernos, como ocurre muchas veces, más consecuencias negativas que positivas. Así que debemos tener todos los cabos bien atados: todas las redes sociales que vayamos a implementar deben estar listas, sin huecos en descripciones, imágenes de perfil y otros contenidos iniciales indispensables. Pero aunque tengamos todos nuestros canales impecablemente preparados, llega la pregunta clave: ¿De dónde saco los primeros seguidores?

Una de las primeras ideas en el lanzamiento en redes sociales es invitar a todos nuestros amigos personales de Facebook y otras redes a que nos sigan. Como buenos amigos, seguro que lo harán, y comenzaremos en pocos días a tener una pequeña bolsa de seguidores iniciales, que nos harán creer que la cosa funciona. Personalmente, recomiendo poco esta opción: estaremos empezando nuestra comunidad con un importante núcleo de zombies. Al principio «disimularán», dando compulsivamente a Me gusta y retuiteando todo nuestro contenido. Pero poco a poco comenzarán a cansarse, porque realmente no están interesados en nuestro producto, y se convertirán en seguidores inactivos, cuando no se borren directamente de recibir nuestras actualizaciones (así seguirán constando como seguidores en nuestras estadísticas, pero no serán molestados cada día). Así que si decides invitar a tus contactos de otras redes sociales, cuidado. Mi consejo es que sólo invites a los que creas que realmente pueden estar interesados en tu producto.

La segunda opción, que es mi favorita, es la de aprovechar el trabajo que tu pequeña empresa ha venido realizando en otros canales. Aún siendo nuestra primera incursión en el mundo online, seguro que podemos sacar algo del offline. Anunciemos nuestras redes sociales en nuestros locales, nuestros tickets de compra, las tarjetas de visita, nuestro catálogo de producto, en nuestra publicidad convencional. Podemos ofrecer a nuestros clientes una tarjeta con cada compra animándolos a seguirnos en Facebook, donde tenemos una promoción en la que sorteamos un pack de nuestros productos. Si tenemos una base de datos previa con e-mails de nuestros clientes, huelga decir que tienes que invitarlos a seguirte con una campaña de e-mail marketing. A diferencia de los amigos, todos estos sí serán miembros potenciales de nuestra comunidad online, porque ya están interesados en nosotros.

¿Y si soy completamente nuevo? Pues entonces tendremos que contemplar una pequeña inversión. Como en el desarrollo de tu plan de negocio, en las reformas de tu local o la creación de tu página web, la inversión es necesaria si queremos que nuestra Pyme esté en redes sociales. Contempla entre tus gastos iniciales unos pocos euros para tu promoción online. Por mucho menos de lo que te imaginas puedes anunciarte en Facebook, por ejemplo, y conseguir una buena bolsa de nuevos (y buenos) fans que nos den ese primer empujón tan necesario. Y de los gastos de lanzamiento de tu negocio, probablemente éste sea el menor de todos. Cuanto antes tomes conciencia de que lo online (como todo) no es gratis, mucho mejor será para ti y para tu negocio.

En cualquier caso, salvo que vuestro negocio sea exclusivamente online, mi más ferviente recomendación es que siempre integréis vuestras acciones online con el mundo físico. No debemos tratar jamás las redes sociales como un universo paralelo donde suceden cosas al margen del resto. El caso del lanzamiento no debe ser una excepción. Tanto si nuestra marca es nueva o si sólo estamos ampliando canales, la presencia en cada uno de estos canales debe responder a unos mismos objetivos básicos, que son los que están grabados a fuego en nuestra filosofía de marca. No podemos dejar de transmitirla en cada uno de nuestros movimientos, también en el online (eso implica olvidarnos de gatitos diciendo que por fin es viernes).

Sea como sea, tengamos muy claras algunas ideas al iniciar nuestro camino en redes sociales. Marcarán la diferencia entre hacer un lanzamiento de marca y lanzarnos a la piscina. Y eso es mucho. Muchísimo.