Hablaba Juan Merodio la semana pasada en su blog de Facebook Gifts, una nueva apuesta del gigante de las redes sociales en lo que se ha llamado el social shopping. No os cuento en qué consiste el sistema porque ya lo ha hecho él.
Lo que inmediatamente ha venido a mi cabeza ha sido la increíble ofensiva que prepara Facebook en comercio electrónico social. Hace ya mucho tiempo que funcionan las tiendas en facebook, y hace algo menos oímos hablar de la incorporación de la wishlist en nuestros muros: una lista en la que marcaremos las cosas que «nos gustaría tener». Así que el proceso va a terminar siendo redondo, y todo sin salir de casa (la de Facebook).
Como todos sabemos, cuando iniciamos nuestro registro en la red social una de los primeros datos que se nos piden es el de nuestra fecha de nacimiento. Efectivamente, podemos mentir, pero el ser humano es tan simple que a todos nos gusta que nos feliciten nuestro cumpleaños, aunque venga de personas que jamás se hubieran acordado de la fecha de nuestro nacimiento.
Posteriormente, a lo largo del tiempo, vamos marcando productos y añadiéndolos a nuestra wishlist, dejando claro que estamos deseando tenerlo en nuestras manos. Se mostrará en ese momento, por si alguien que te quiere mucho no puede esperar hasta tu cumpleaños. Pero la guinda del pastel vendrá más adelante.
En este punto sólo queda que Facebook avise a mis contactos de qué día es mi cumpleaños, y de paso les enseñe aquellos productos que encajarían perfectamente como regalo sin posibilidad de error: he sido yo mismo el que he dicho que lo quiero.
Así que Facebook Gifts es la pieza del engranaje que faltaba. Algunas de ellas están en fase beta, y otras, como las propias tiendas, cobran un porcentaje tan elevado a los vendedores que de momento la opción externa es la más utilizada. En cualquier caso, si las tiendas en Facebook no acaban de cuajar, no sería un problema, siempre y cuando estuvieran perfectamente preparadas para la integración en Facebook. Aunque la compra finalmente se realizara fuera, si todo el proceso social de la compra se realizara dentro, los ingresos publicitaros seguirían manteniendo Facebook.
Y volviendo al tema que nos ocupa, se me ocurren otras posibles aplicaciones de Facebook Gifts. Por ejemplo, la compra en grupo, para aquellos deseos demasiado caros para asumir uno solo. O el aviso en la propia wishlist de que un amigo común se te ha adelantado comprando la mejor opción. Hará que estés más listo la próxima vez, y te anticipes incluso al recordatorio de su cumpleaños.
Entonces sí que sabrás quién sabe de verdad el día que naciste ;-).