No tengo nada en contra de Tuenti. De verdad. La podría odiar y amar tanto como al resto de herramientas del 2.0 con las que tenemos que lidiar. Unas me gustan más que otras, y por supuesto para gustos colores. No pretendo que mi gusto sea tendencia, ni muchísimo menos. Pero lo de Tuenti es algo indescriptible.
Todos sabemos que la sombra de Facebook es alargada, y que no debemos comparar una aplicación con la otra. Cada una persigue un público y, por lo tanto, debe utilizar un registro acorde a sus objetivos. Y de hecho creo que eso lo ha hecho muy bien Tuenti. Lejos de acobardarse ante la marea del gigante azul (oscuro), se ha especializado en su nicho de mercado y ha sabido mantener (y puede que incluso aumentar) su cuota. Así que nos olvidaremos de Facebook en esta entrada. O lo intentaré, de verdad.
Uno de los problemas que me asaltan, como usuario, es lo poco amigable de su (muro) feed de noticas. Podría ser que mis 30 años no encajen en el tipo de público habitual de la marca y que, por lo tanto, «no está hecho para mí». Eso podría entenderlo. Aunque no creo que esté tan viejo, podría asimilarlo. Pero no se trata de eso. Es que, simplemente, no está bien pensado. Las publicaciones de nuestros amigos se ven como imágenes diminutas, o incluso como meros enlaces. ¿Nadie se ha dado cuenta en esa casa de que estamos en la era de la imagen? Un poquito de usabilidad, por favor.
La lista de los aspectos que no me gustan como usuario podría ser muy larga, pero lo que realmente me preocupa, desde un punto de vista de mercado, es lo inútil que resulta para las marcas esta red social.
Al principio de hacer mi entrada en Tuenti pensaba que quizá su estrategia era la de atraer a las grandes marcas, más dispuestas a invertir, que a las pequeñas. Este planteamiento me resultaba de lo más interesante (para ellos, claro), ya que se trataría de su particular «larga cola»: atraemos a «pocas» marcas, pero atraemos a las que verdaderamente pueden pagar por campañas interesantes. Creo que muchos coincidirán conmigo en que la masificación de marcas en Facebook, la mayoría de ellas con un planteamiento marcadamente equivocado, están creando una especie de «aburrimiento» en el usuario, que ve como las publicaciones de empresa, patrocinadas o no, invaden su muro. Así que esa estrategia la podría entender e, incluso, aplaudir desde un punto de vista de marketing.
Pero desde hace un tiempo cuando entro en mi cuenta personal de Tuenti observo que ni siquiera las grandes marcas aparecen en mi feed de noticias. Así que ya ando totalmente perdido. No sé, sinceramente, a qué jugamos. Y me preocupa. Como profesional del Social Media, me preocupa muchísimo. Sé que Tuenti tiene millones de usuarios en España, y sé que su penetración en el público adolescente es brutal. Pero no sabemos como aprovechar su potencial. Quizá Tuenti tenga una estrategia que va más allá de su cariz de red social desde su compra por Movistar. Pero de momento, no conozco a nadie que pueda decir que Tuenti funciona bien. Ni para las marcas, ni para los usuarios. Y si hay alguien que piense lo contrario, y que pueda demostrarme que esta red social es verdaderamente útil para las marcas, estaré encantado de escucharle y aprender de él.
De momento, sin embargo, sólo me cabe una reflexión: señores de Tuenti, nos lo están poniendo ustedes muy difícil.