Hay muchas razones por las que considero a LinkedIn mi red social favorita. La primera de ellas es su mera definición: red social profesional. Entre el resto de redes sociales siempre existe una sospecha latente en cuanto a la privacidad, pero en Linkedin, al ser de uso profesional, no hay de qué preocuparse. A nadie le preocupa que sus trabajos o sus capacidades sean vistas por un gran número de gente. Es más, todos lo preferimos.
Si nos centramos en la Pyme, es cierto que damos un uso a todas las redes desde un punto de vista profesional, así que el punto anterior no tiene tanta relevancia. Pero lo que sí la tiene es el gran abanico de posibilidades que nos ofrece. Si hablamos de la pequeña empresa, LinkedIn nos permite contactar con potenciales clientes, proveedores, descubrir multitud de eventos del gremio y un sinfín de opciones, además de la evidente de mantener un espacio donde exponer públicamente nuestros últimos proyectos.
Sin embargo, el aspecto que más interesante me parece de LinkedIn es su capacidad para desarrollar la marca personal. Como bien dice mi maestro en este campo Andrés Pérez Ortega, no debemos confundir la marca personal con su proyección en la red. Pero si queremos potenciar esta parte, nada mejor que LinkedIn. En primer lugar, la cualidad más evidente: a través de la plataforma podremos crear una red de contactos profesionales que de otro modo sería muy difícil llegar a tener. Hay quien prefiere, como en el resto de redes sociales, aceptar contactos sólo de gente que conoce personalmente, pero yo soy partidario de aceptar el contacto de todo aquel que me lo ofrezca y, por mi parte, solicitar contacto a muchos usuarios que tan sólo conozco por sus aportaciones en otras redes sociales u otros soportes digitales. No estamos hablando de salir a tomar unas copas, sino de trabajo, así que nunca está de más entablar contacto con otros profesionales del sector y potenciales clientes o prescriptores. En este último grupo, además, podemos decir que entra todo el mundo. Nunca sabemos quién nos acabará contratando ¿no?
Tremendamente útiles son los grupos de networking en los que podemos ingresar dentro de LinkedIn. Nos permitirán expresar nuestros puntos de vista sobre infinidad de temas relacionados con nuestro trabajo, darnos a conocer en segmentos de mercado que deseamos ocupar y, finalmente, proyectar nuestra imagen profesional mediante nuestras aportaciones, ya sea mediante contenidos de terceros o contenido propio de nuestro blog. De esta manera poco a poco iremos creando nuestra marca en la red, atrayendo lectores a nuestro blog y, por qué no, futuros clientes o colaboradores. Si además el grupo lo hemos creado nosotros, disponemos de más herramientas todavía para explotar nuestras cualidades: mensajes a los miembros, mayor exposición como moderador, etc.
No podemos dejar de lado el aspecto del currículum en esta red. Si tenemos actualizada nuestra experiencia laboral, habrán pasado a la historia aquellos folios grapados con nuestra foto de carnet en la esquina superior. Si alguien quiere ver nuestras aptitudes, sólo tenemos que darle el enlace a nuestro perfil, y más allá de nuestros estudios y experiencia, podrá comprobar de cerca quienes somos realmente, cuáles son nuestras opiniones profesionales y en qué hemos estado trabajando últimamente (además de nuestro empleo propiamente dicho).
En este punto alguien dirá que este post debía tratar de LinkedIn en la pequeña empresa, y que hasta ahora prácticamente sólo hemos hablado de utilidades a nivel personal. Pero no ha sido por error. En una concepción que afortunadamente cada vez gana más adeptos, la empresa no es un ente por encima de sus trabajadores, a los que debe anular. Cada organización debe dar vía libre a sus trabajadores para que desarrollen su marca personal, también en internet. Que los empleados tengan su propia imagen en nuestro entorno no es en absoluto perjudicial, sino todo lo contrario. Una empresa es lo que son sus trabajadores, y más si cabe en la Pyme, así que una buena proyección de los miembros de ésta será una buena proyección de nuestra empresa. Este trabajo debe empezar, por supuesto, por los máximos responsables, que suelen tener muy claro que ellos representan a la empresa en la calle, pero no lo tienen tan claro en el aspecto online.
Sin esperar un minuto más, empieza a trabajar tu estrategia en LinkedIn. Allí te espero*
*Puedes contactar conmigo haciendo click en el icono de LinkedIn de la esquina superior derecha. Estaré encantado 😉