Siguiendo con la linea de entradas anteriores, analizaremos hoy el que será el último de los objetivos que puede perseguir una pyme con su presencia en los medios sociales: La investigación de mercados.
Seguro que más de uno ya se ha asustado, pensando que eso de la investigación sólo está permitido a empresas con una gran potencial económico. Y la verdad es que sí. La investigación de mercado, concebida como un proceso completo, suele ser caro. Y verdaderamente efectivo, sin lugar a dudas. Por eso la pyme puede intentar acercarse. Los medios sociales son una estupenda herramienta para obtener información acerca de nuestros clientes: sus gustos, necesidades, opiniones, intención de compra y un largo etcétera.
Lo ideal, cuando realizáramos estas averiguaciones, es que nos hubiéramos marcado unas métricas propias, con una planificación definida de antemano. Así, por ejemplo, si tenemos una tienda de deportes especializadda en atletismo, podríamos planificar una serie de publicaciones acerca de las zapatillas de New Balance y Asics en un periodo de tiempo de, por ejemplo, un mes. Todas ellas realizadas en el mismo horario, con un tratamiento de la información similar y un peso de las imagenes equitativo. Al cabo de dos semanas, podríamos saber si nuestro público prefiere las zapatillas Asics o las New Balance. Quizá los datos no encajen con las cifras de venta de dichas marcas a nivel internacional o nacional, pero serán las que al fin y al cabo nos interesan: son las de nuestros clientes. Podemos pensar que un buen comerciante, de los de toda la vida, sabría de antemano si vende más zapatillas de una u otra marca. Por supuesto. Lo que a lo mejor no sabe es si la compra de unas u otras se debía a factores más allá de las preferencias personales: precio, presentación del producto o cualquier otro factor influyente. Así que la investigación 2.0 le permitirá averiguar aspectos que antes desconocía por completo.
El ejemplo anterior quizá está demasiado simplificado, pero es una muestra de cómo un buen diálogo con nuestros consumidores reales y potenciales nos permitirá descubrir detalles que antes pasaban desapercibidos. Decíamos arriba que lo ideal sería establecer unas métricas que nos permitieran unas conclusiones realmente matemáticas y, por lo tanto, certeras. Pero si nuestro tiempo disponible o nuestro falta de conocimiento nos impiden realizarlo de una manera científica, hagámoslo al menos como sabemos. Con sencillez, naturalidad y trato directo con nuestros públicos. La simple observación de las reacciones a lo largo del tiempo a determinadas publicaciones nos desvelará tendencias, gustos de nuestros clientes y un largo etcétera de información completamente valiosa. De un modo completamente cualitativo o, si lo prefieres, subjetivo, pero en cualquier caso información interesante.
Quizá Asics y New Balance, en su estudio de mercado internacional, descubrieron que este tipo de zapatillas se venderían de maravilla, serían «la bomba» en todas las revistas del sector y todo el mundo de la moda hablaría de ellas. Pero seguramente no hicieron ningún estudio centrado en mi barrio. Y ahí es donde entramos nosotros.