Parece que hoy en día es obligado estar en todas las redes sociales. El que más y el que menos está presente en tres o cuatro de ellas, y muchas veces vemos como mucha gente automatiza sus publicaciones para que aparezcan simultáneamente en varias plataformas.
En los profesionales del 2.0 también es más que habitual esta práctica, optimizada gracias a gestores como Hootsuite, Tweetdeck o similares. Es aquí, en el caso de los profesionales, donde lo considero más sorprendente y a la vez perjudicial. Estas son mis cinco razones:

· Cada red social acoge a un tipo de público: y por lo tanto con intereses diferentes. Es evidente que no busca lo mismo el adolescente de Tuenti que el profesional de Linkedin.
· Cada usuario tiene unos contactos diferentes en según que plataforma: si eres un amigo íntimo, de los que veo fuera de la red, probablemente estaremos conectados a través de varias redes simultáneamente. No me machaques con lo mismo por todas las vías.
· ¿Y sí sólo te sigo en algunas de las redes? Será que no me interesa lo que cuentas a través de ella. Si no uso Foursquare porque no quiero saber dónde estás en cada momento, por favor, no me lo cuentes por Twitter, y mucho menos por Facebook.
· Puede pasar que tengas contenido válido para todas tus plataformas: es ese caso adapta el mensaje al público que te espera en cada una de ellas. Quien te sigue en varias entenderá que cuentes de manera diferente el mismo suceso. Entenderá que cada canal tiene su lenguaje.
· En definitiva, valora la publicación en cada red social en función del criterio universal en Social Media: que tu contenido sea interesante para tu público. 

Para cada uno de ellos.