Sirva este artículo como una pequeña introducción a un extenso grupo de entradas en este blog alrededor de la pyme y las redes sociales. A lo largo de todos ellos pretendemos desgranar todos los aspectos a tener en cuenta para que una pequeña empresa pueda desarrollar una estrategia en el medio online. Y como punto de partida, lógicamente, el primer punto debe ser preguntarnos por qué quiero estar en redes sociales.

Como punto de partida, quien se adentre en el marketing online debe saber que se trata de un camino costoso. Tanto en tiempo como en dinero, nada es gratis en el universo digital. Exactamente igual que en «la vida real». Toda pyme necesita realizar una inversión en marketing, esto es, en intentar vender más. Ya sea un comercial tradicional o un community manager (propio o externo), ambos suponen una inversión en horas de trabajo (con su respectivo coste) y unos gastos asociados a su trabajo. En el mundo offline esta afirmación es una completa perogrullada, pero no parece lo mismo en la realidad digital.
Dicho esto, cuando nos planteamos subir a nuestra empresa en el barco 2.0 lo hacemos porque tenemos una motivación. El estar por estar no es, o no debe, ser una de ellas. Aunque incoscientemente, si estamos convencidos de dar este paso es porque albergamos un objetivo de marketing muy claro. Un camino que recorrer. 

Por eso os propongo una serie con los objetivos más habituales. Probablemente leyéndolos acabes de darte cuenta de cuál es el tuyo.

1) Imagen de marca: quizá sea el objetivo que menos pymes tienen presente, y probablemente sea uno de los que mayores beneficios aporta. Se trata de uno de los más costosos de lograr, pero con paciencia y una filosofía clara es uno de los que mayores beneficios reporta. Una imagen de marca bien definida supone que tu imagen representa unos valores: una personalidad. Y la personalidad es la razón de ser de la idea marca. Es aquello que el público piensa de nosotros y, por lo tanto, lo que les hará decidirse entre nosotros y la competencia.

2) Ventas online: este objetivo es de los más habituales, ya que quien se ha lanzado a las ventas en la red está muy predispuesto a ampliar su universo online, y por lo tanto redes sociales y tienda virtual suelen ir de la mano. Una tienda en internet, sin más estrategia asociada, es como una tienda física en una calle donde no pasa nadie. La ventaja de internet es que la ubicación de nuestro local es variable. Nos ahorramos el alquiler de la tienda en el centro de la ciudad, pero debemos dedicar grandes esfuerzos para lograr que el público llegue a nuestra puerta. Las redes sociales, por supuesto, pueden ser una magnífica herramienta para atraer clientes.

3) Ventas offline: por mucho que se impongan los negocios en la red, algunos de ellos seguirán existiendo offline toda la vida. Es el caso de los servicios y, como ejemplo más visible, la restauración. El objetivo será en primera instancia atraer nuevos clientes, pero el verdaderamente importante será la fidelización, y será donde las redes sociales aporten más valía.

4) Atención al cliente: en el caso de la pyme, parece a priori un tanto extraño necesitar un servicio de atención al cliente. Pero no debemos pensar que atención al cliente siginifica exclusivamente un call center (afortunadamente). En nuestro caso, puede ser un canal abierto de resolución de dudas acerca de horarios, garantías de nuestros productos, condiciones de nuestras ofertas y cualquier otra cuestión acerca de nuestro negocio.

5) Investigación de mercados: la publicación y difusión de contenidos entre nuestro público en redes sociales y su consiguiente respuesta, puede darnos una idea muy interesante de «por dónde van los tiros». Si publicamos dos nuevos productos que ofrecemos en nuestro negocio, el número de «me gusta» o retweets de nuestros seguidores puede darnos interesantes pistas sobre cuál de ellos acabará vendiéndose mejor.

6) Atraer visitas a un blog o plataforma: si nuestro trabajo consiste en la distribución de contenido, conseguir lectores para el mismo supone la piedra angular de nuestra estrategia. Se trata de un objetivo idéntico al de vender online y offline, sólo que la «venta» es indirecta. En principio cuesta un poco pensar en una pyme que viva de esto, pero si tu empresa es un medio de comunicación local o especializado, un portal de ofertas locales, un artista, poeta o fotógrafo, sabes de qué estamos hablando.

Por supuesto, los objetivos anteriormente descritos no son excluyentes entre sí, y probablemente tú también abraces más de uno. Sin embargo, debemos definir uno de ellos como base de nuestro proyecto de pyme en la red. El resto podrán ser objetivos secundarios que también perseguiremos, pero debemos tener una única meta a la que dirigirnos sin vacilación. Sólo así tendremos siempre presente por qué damos cada uno de nuestros pasos, y en qué dirección debemos hacerlo.