grafica ya no me gusta

Si gestionas una página de empresa de Facebook, es muy probable que últimamente hayas notado un importante aumento de los «ya no me gusta» en tu página, es decir, personas que dejan de seguirte. Sobre todo si tu página suele realizar promociones o concursos, te habrá pasado seguro. Y cuanto más interesantes fuesen tus premios, más lo habrás notado. Te preguntarás por qué.

Pongámonos en antecedentes. Es habitual que quienes gestionamos páginas de empresa en Facebook hagamos cada cierto tiempo algún tipo de promoción,  bien porque esté alineada con otra promoción de la marca en el mundo físico o bien de manera independiente. Si es así, habrás observado que al finalizar alguna promo los orígenes de tus seguidores se han diversificado de manera increíble: aparecen seguidores de países que ni siquiera sabes situar en un mapamundi. Un aspecto más que curioso en la mayoría de los casos, pero más todavía si, como en mi caso, el cliente tiene un marcado carácter local y, además, con una clara orientación al offline.

Así que tu comunidad ha crecido con el paso del tiempo nutriéndose en una pequeña parte de zombies*: seguidores que no son reales. Puede que sean personas de carne y hueso, pero realmente no son tus seguidores. Sólo estaban ahí en busca de un premio, y probablemente corresponda a segundos perfiles, utilizados por los cazapremios sólo para ese cometido. Tú no lo has buscado, lo sé. Pero están ahí, estropeando tus estadísticas de interacción.

Y un buen día, echando un vistazo a las completísimas estadísticas de Facebook, descubres que tu gráfica de crecimiento de seguidores tiene un color rojo nada agradable: estás perdiendo seguidores, y de manera considerable. La primera reacción es de incredulidad y la segunda (al menos en mi caso) es pensar «qué estaré haciendo mal». Sin embargo no se debe a que hayamos sido muy torpes con la programación de nuestros contenidos en horas con poca presencia de público o que hayamos abusado de la autopromoción. O cualquier otra razón de las que se consideran una mala práctica por parte del responsable de la comunidad.

Si observamos las estadísticas de Facebook en la sección «Página», concretamente en lo relativo a los «Me gusta» de la página, podemos ver la gráfica de la que hablábamos, con un importante descenso de seguidores. Pues bien, si colocamos el cursor encima de uno de esos desagradables picos rojos, nos aparece la ventana flotante indicando el número de «ya no me gusta» de ese día. Y ahora viene lo bueno. Lo que hace que me encanten las nuevas estadísticas del gigante azul. Si pinchamos en ese punto (el pico de la gráfica), nos aparecerá una ventana flotante que nos indicará el origen de los me gusta y de los «ya no me gusta». En este caso, como puede verse, sólo uno de los catorce «ya no me gusta» era real. El resto corresponden a la limpieza de zombies realizada por Facebook. Ellos lo llaman «Eliminación de cuenta sospechosa», pero en definitiva es lo mismo: eliminar usuarios fraudulentos.

Y lo que en principio puede parecer un paso atrás, porque perdemos seguidores, es casi una bendición. Como ya sabrás, el Edgerank valora nuestras publicaciones en función (entre otras cosas) de la interacción con nuestros seguidores. Si un buen número de ellos son zombies, nuestro porcentaje de interacción estará bajísimo, pues un gran número de fans serán completamente inactivos. Así que una buena limpieza de morralla será lo mejor que pueda pasarnos. Descenderá nuestro número de seguidores, pero tendremos una comunidad más real y efectiva, con unos porcentajes de interacción mayor. Como siempre en social media, prima calidad sobre cantidad.

Ahora sólo faltará lo más difícil. Que nuestro cliente lo entienda 😉

 

* Zombies: se suele hablar de zombies para referirnos a usuarios falsos, creados por robots, con el objeto de aumentar el número de seguidores de las marcas en redes sociales. En este artículo incluyo como zombies a cuentas falsas que, si bien sí que tienen a una persona detrás, no son cuentas reales. Suele tratarse de personas que tienen una cuenta real personal y varias «secundarias», que utilizan para sumar votos en concursos y otras prácticas similares.